Esta mañana ha tenido lugar en el ambigú del Teatro Góngora la última sesión de los Aperitivos de Cine, encuentros entre cineastas y periodistas dedicados a debatir cuestiones éticas, estéticas y estilísticas sobre los largometrajes seleccionados en competición que se han sucedido desde el pasado domingo 22 de marzo.
Una vez más, los Aperitivos de Cine han contado con la participación del crítico de cine Javier H. Estrada, de la revista Caimán Cuadernos de Cine, con la que el festival ha iniciado una colaboración esta edición. A este último encuentro han asistido el actor protagonista de Al Bahr Min Ouaraikoum (De espaldas al mar) Abdelmalek Akhmisse, el director de Things of the Aimless Wanderer Kivu Ruhorahoza, y el productor de Los ladrones de Boda Boda (Abaabi Ba Boda Boda),James Taylor, del colectivo Yes! That’s Us.
Javier H. Estrada ha comenzado agradeciendo la capacidad del FCAT Córdoba de “abarcar un marco tan amplio” como es el de la creación audiovisual africana y “defender una idea concreta de cine” que resulta “difícil encontrar en otro tipo de festival”. A continuación ha dado inicio a la primera parte del debate, que ha girado en torno al fenómeno de la alienación, nexo de unión entre las obras de los asistentes, que tienen por protagonistas a individuos perdidos en un contexto difícil.
Taylor ha comenzado explicando la situación de Uganda, país que se retrata enAbaabi ba Boda Boda, que cuenta con la peculiaridad de tener una población muy joven: más del 80% es menor de 30 años. El salto generacional entre esa población joven, nacida en la ciudad, y sus padres, emigrantes del campo, es el telón de fondo en el que se desarrolla la historia “y ahí se aprecia esa alienación”.
Por su parte, la alienación en Things of the aimless wanderer, película de Kivu Ruhoraoza, la sufre el personaje femenino de la cinta, víctima del paternalismo de una sociedad que “infantiliza a la mujer, pese a que la mujer en Ruanda está emancipada y ha conquistado la libertad”. El protagonista, un periodista occidental, “le retira la libertad y la capacidad de decidir por sí misma” de forma velada, incluso después de la muerte. Asimismo, ha afirmado que en Ruanda existe un profundo malestar por el afán de “protegerse frente al influjo de Occidente”, en lugar de “equilibrar nuestra cultura con la influencia occidental”.
Finalmente, Abdelmalek Akhmisse ha hablado sobre el personaje que interpreta en la película, que “asume su sufrimiento y es incapaz de decir no” después de haberlo perdido todo. Se disfraza de mujer y baila sobre un carro por la calles, trabajando como animador, y ni siquiera cuando baila es feliz. Sin embargo, este trabajo “le permite estar encerrado dentro de su ropa, protegerse, y es el momento en el que realmente existe, porque los demás le miran”.
A continuación, el debate ha girado hacia las peculiaridades a nivel de estética y narrativa. Las tres películas presentan estilos muy diferentes, que van desde la influencia del neorrealismo italiano en Abaabi ba Boda Boda a la crudeza del blanco y negro en Al Bahr Min Ouaraikoum.
Con este encuentro han concluido los Aperitivos de Cine de esta edición, una de las actividades paralelas del festival con más seguimiento y aceptación entre los espectadores, pues están diseñados para servir de acercamiento entre los cineastas y su público.