“Larga vida al Festival de Cine Africano de Tarifa”
Lo conoce todo el mundo como Willy Toledo, pero él prefiere que lo llamemos Guillermo. No se vincula directamente (¡aún!) con ninguna producción africana, pero es un fiel seguidor del Festival de Cine Africano de Tarifa. En el marco de su sexta edición (22 – 31 mayo 2009), el actor madrileño compartió unos minutos con la organización del evento y nos desveló, entre otros puntos personales, sus visiones sobre lo que el FCAT representa en el panorama de los festivales cinematográficos españoles. “Larga vida al Festival de Tarifa y a la gente que lo pone en pie”, asegura este actor madrileño de 38 años, buen artista y mejor persona.
— “Este festival está hecho con un amor incondicional al cine y es una estupenda posibilidad para que los africanos nos enseñen sus obras, su talento, su cine…”
–“Yo vengo por aquí desde hace más de 20 años, desde que era un adolescente. Tarifa, el estrecho, toda esta zona que llega hasta Chiclana tiene una energía especial, un imán que me atrae”
¿Qué te parece el Festival de Cine Africano de Tarifa?
La verdad es que yo no suelo ir a festivales. Pero a éste o al del Sáhara [Fisahara] sí. Aquí sí hay verdadero amor, verdadera preocupación y pasión por el cine. Tiene pocos medios, pero le sobra el cariño. El de Málaga, por ejemplo, es una simple pasarela para que desfilen los chicos guapos. Éste de Tarifa está hecho con un amor incondicional al cine y a África. Es un gran escaparate para que los africanos nos muestran su cine, que por otra parte es muy rico, pues, por ejemplo, Nigeria es después de India el país en que más películas en cine digital se producen. Tarifa es una estupenda posibilidad para que los africanos nos enseñen sus obras, su talento, su cine, un cine que nada tiene que ver con el rollo de Mogambo y con el África del sí bwana que veíamos en las películas americanas o europeas.
¿Y el festival del Sáhara?
Con el Sahara tengo vínculos desde muy pequeño. Mi padre es canario y desde que era un niño he tenido camisetas, pegatinas o banderas de los saharauis o del Polisario en mi casa. Cuando después he estado allí y he conocido al pueblo saharaui, su causa la he hecho mía. Y es una causa que ni puedo ni quiero quitarme de encima. No sólo por la responsabilidad histórica de España en la tragedia de este pueblo. No es que el Gobierno del PSOE haya abandonado al pueblo saharaui a su suerte, es que encima está tomando, cada vez, posturas más beligerantes a favor de Marruecos. Esto es una traición en toda regla.
¿Qué nos dices de Tarifa?
Yo vengo por aquí desde hace más de 20 años, desde que era un adolescente. Tarifa, el estrecho, toda esta zona que llega hasta Chiclana tiene una energía especial, un imán que me atraen. Su gente, sus paisajes, sus playas, la paz… Es una de las pocas partes de España donde aún se puede encontrar alguna playa virgen.
Cuando rodaste al Sur de Granada conociste otra parte de Andalucía.
Cuando conocí las Alpujarras no me lo podía creer. Era primavera y había flores y agua brotando por todas partes. Creo que fue una de las experiencias más bonitas de mi vida. Además el equipo de gente que hizo la película era maravilloso: Colomo, Verónica Sánchez, Bebe, Mathew Goode. Además pude conocer lo duro y hermoso de la vida de las gentes que vivían en esta zona del país a comienzos del siglo XX. Otra cosa, otra Andalucía, es la que viví el verano pasado en Sevila. Estuve unos meses trabajando en una película de Alberto Rodríguez que se titular After. Es el reencuentro de tres amigos, dos hombres y una mujer, después de muchos años sin verse.
¿Y ahora en qué andas?
Ahora estoy de vacaciones y pienso pasarme unos meses viajando. En el cine las cosas están mal. Como los bancos lo controlan todo, también han cortado el grifo del dinero para hacer películas. Personalmente no me preocupa mucho, pero por el gremio sí estoy preocupado.
Con Alberto Sanjuán eres uno de los fundadores de la compañía de teatro Animalario. ¿Eres más de teatro o de cine?
Yo empecé haciendo teatro y Animalario lo fundamos un grupo de amigos, de muy buenos amigos que nos conocemos a la perfección. Eso nos permite mantenerla a flote. Y como dueños de la compañía nos permite controlar al cien por cien de lo que hacemos, desde los textos, al vestuario o la producción. Si tuviera que elegir con qué quedarme, me quedaría con Animalario.
¿Algo para acabar?
Larga vida al festival de Tarifa, a la gente que lo pone en pie y al cine africano. Es un festival muy interesante, hecho con el esfuerzo de un buen equipo de personas que trae una oferta de cine enorme, con más de cien películas. Esto sí que es amor por el cine. Aquí se demuestra que con pocos medios se pueden hacer cosas grandes, organizar una muestra con tantas películas, y traer a tantos invitados de África, o de América. Sólo me queda aplaudir al festival por todo un año de trabajo felizmente culminado y darle mi felicitación a Mane Cisneros, la directora de este proyecto tan espectacular.
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